Bienvenido a nuestra web sobre El Camino Directo a nuestro verdadero Hogar, el camino directo al Ser que realmente eres.
Nos alegra que nos hayas encontrado y esperamos que descubras aquí la comprensión y el apoyo que puedas necesitar para explorar y vivenciar tu verdadera Naturaleza de Presencia Consciente, Infinita y Eterna.
Los amigos que estamos aquí ofreciendo esta perspectiva, hemos bebido principalmente en dos fuentes: en la enseñanza de La Vía Sin Cabeza que fundó el filósofo Douglas Harding y en La Vía Directa, principalmente de la mano del maestro Rupert Spira. Consideramos que estas dos enseñanzas son totalmente complementarias y en nuestra propia experiencia las vivimos como el camino mas directo, mas rápido, mas claro y eficaz para realizar experimentalmente la Verdad de que Somos CONSCIENCIA.
La Vía Sin Cabeza es una propuesta muy innovadora, directa e inmediata de experimentar la realidad de nuestro verdadero Ser y se basa principalmente en la práctica de experimentos para evidenciar por uno mismo la Realidad de la Consciencia que es nuestra Verdadera Naturaleza.
La Vía Directa también es una forma sencilla, muy precisa y rápida de acceder a nuestro Ser: la Consciencia que está leyendo y comprendiendo estas palabras para ver en nuestra experiencia directa que en realidad, la Consciencia, no está limitada ni es finita ni depende de ningún cuerpo/mente.
En nuestra web encontrarás una amplia variedad de recursos y herramientas para ayudarte a explorar estas comprensiones que te permitirán vivir de manera más auténtica y plena.
En nuestro blog iremos publicando contenido para estudiar y profundizar en estas dos enseñanzas que nosotros la vivimos como una, pues ambas insisten en que despertemos a la evidencia de la Presencia Consciente que es nuestro Ser.
Durante las últimas décadas se ha venido desarrollando una forma verdaderamente contemporánea y occidental de “mirar dentro de la Naturaleza de uno mismo” o “Iluminación”. Aunque en esencia , lo mismo que el Zen, el Sufismo, y otras disciplinas espirituales, este método actúa de una manera inusualmente pragmática. Afirma que es más probable que el hombre moderno vea Quien es realmente en un minuto de experimentación activa que en años de lectura, asistencia a seminarios, pensamiento, prácticas rituales y meditación pasiva del tipo tradicional. En vez de todo eso, utiliza una serie de pruebas sencillas, no-verbales, de investigación, todas preguntando: ¿Cómo me veo a mí mismo? Dirigen mi atención a mi punto ciego – al espacio que ocupo, a lo que hay aquí en el Centro de mi universo, a cómo se siente ser la primera persona del singular, en tiempo presente.
Douglas Harding
La conciencia es inherentemente plena y total en sí misma y por ese motivo su naturaleza es la felicidad misma (no una felicidad que depende de la condición en la que se encuentren la mente, el cuerpo o el mundo, sino una felicidad o una alegría sin causa que es anterior e independiente de todo estado, circunstancia o condición).
Rupert Spira
Gracias por visitarnos y esperamos que encuentres aquí lo que estás buscando. ¡Te deseamos una agradable visita y mucha luz en tu exploración de El Camino Directo!
Reconocer nuestro verdadero Ser es acceder a todo lo que realmente anhelamos.
El sentido principal de la vida es conocernos a nosotros mismos. Si vivimos con una creencia errónea sobre nuestra identidad, nada podrá ir bien. El reconocimiento de nuestro verdadero Ser que es la Consciencia, nos revela la Plenitud que anhelamos y nos permite afrontar la vida con Amor, Inteligencia y Paz.
La aceptación es tan natural para nuestro verdadero Ser, como imposible para la mentalidad del yo separado. La aceptación es la terapia por excelencia. La Consciencia que realmente somos es aceptación incondicional, de ella surge la comprensión para responder adecuadamente a los retos. La aceptación es la expresión misma del Amor hacia nosotros, hacia los demás y hacia todo.
La Paz es la naturaleza de nuestro Ser, es como el Silencio, el trasfondo permanente del eterno presente. Cuando te conoces como La Presencia Consciente que todo lo contiene, descubres que no hay nada que pueda amenazarte, ni dañarte, nada que pueda deteriorarse ni morir, eres la Libertad misma y la Paz es tu corazón y «el aire de tu Hogar».
Fragmento de la experiencia de Los Himalayas:
Sin embargo, a pesar de la mágica e imprevista cualidad de esta visión, no era ningún sueño, ni revelación esotérica. Todo lo contrario: se sentía como un súbito despertar del sueño de la vida ordinaria, y el final de la ensoñación. Era realidad auto-luminosa por una vez limpia de toda mente oscurecedora. Era la revelación, por fin, de lo perfectamente evidente. Era un momento lúcido en una historia vital confusa. Era el fin de ignorar algo que (desde la más temprana infancia) yo había estado demasiado ocupado o había sido demasiado listo o había estado demasiado asustado para verlo. Era una atención desnuda, no crítica a lo que desde siempre había sido por entero evidente —mi completa falta de cara—. En pocas palabras, todo era perfectamente simple y llano y directo, más allá de argumentos, pensamientos y palabras. No surgía ninguna pregunta, ninguna referencia más allá de la experiencia misma, sino solo paz y un sereno gozo, y la sensación de haber soltado un fardo intolerable.
